Caminamos
hasta que se hizo de noche
y me dijiste que te dolían los ovarios
Nos sentamos en el parque a hablar del río
y a mirarlo
negro
inmóvil y no
invisible y no
te tendiste sobre mí
quieta
y no
las ranas hacían la única música
tampoco
Caminamos
mirando de reojo
al otro
al río
bares como oasis que no eran
y me dijiste que te dolía la concha
así con toda la biología de la palabra
Nos sentamos a hablar del río
vos querías reflectores para verlo
la música fue un golpe en la baranda
que quedó vibrando
como si hubieses encontrado el lugar
en donde sonara el gong
que llama a la noche
Caminamos
intuyendo el río
un pozo oscuro
tatuado
Nos hundimos en un parque
de siluetas
pero antes de sentarnos
dijiste que te cagabas
y cuando saliste del bar
te tiraste sobre mí
que traté de no moverte mucho
por los puntos de tu operación reciente
y hubo la música
de un silencio
en donde giramos
en donde estuvimos juntos
en un remolino
que como una concha
nos chupaba
hasta dejarnos
en el útero del río
ése que da a luz y no
que refracta
y no
que te impulsa
y no
que te acaricia
tampoco.

1 comentario:
excelente lo tuyo, mannnnnnn
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